Esta noticia es algo vieja pero igual vale la pena compartirla. Resulta que a un diputado brasileño se le ocurrió la brillante idea de esconder fuertes sumas de dinero en la selva cerca del Amazonas, un buen día (o mal día para él) no contó con la astucia de una víbora hambrienta que seguramente tenía ya algunos días sin comer y reconoció en él un buen manjar de proteínas…
La tarde transcurría normal para este diputado cuya identidad no fue revelada, una buena cantidad de billetes en un maletín, una botella de vino y una lancha eran sus acompañantes ese día. El legislador de Santa Catarina iba como de costumbre a ocultar los billetes dentro de la selva y de paso aprovecharía para tomar una copita de vino mientras viajaba cómodamente en su lancha, de pronto, una víbora de enorme tamaño salió de las aguas y lo devoró prácticamente de inmediato .
Un pescador fue testigo lo sucedido y rápidamente buscó ayuda, al contar lo que pasó al diputado, la gente al inicio no le creía e incluso lo juzgaron de loco. Al poco tiempo capturaron a la víbora devoradora de legisladores y lograron recuperar los restos de aquel hombre.
Por último, al preguntar a la viuda sobre lo acontecido ésta exclamó con un grande amor:
Es poco lo que le pasó. ¿Quién le mandó a esconder dinero en las Amazonas?
Se nota que ni en su casa lo querían, algo no tan poco común entre los políticos. En fin, reitero, si rentaran esta víbora en México, el dueño se haría millonario .
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